martes, 6 de febrero de 2018

entrevista - norma barrea

Pertenece al staff de artistas del municipio y con mucha tenacidad logró hacerse un lugar en donde poder desarrollar esta pasión que la une con la música. Hablamos de Norma Barrea quien está presente en cada uno de los festejos que organiza la municipalidad amenizando con su canto y simpatía todos los eventos.
¿Desde cuando te gusta la música?
En realidad todo fue casual, mis padres me regalaron un instrumento musical que no había pedido, lo hicieron por su cuenta, a esta altura de mi vida pienso que fueron “los mensajeros” quienes me marcaron el camino. Tendría unos 9 años cuando para una navidad, mi mamá y mi papá me regalaron la guitarra y por supuesto sin preguntarme, me mandaron a un profesor a estudiar. El profesor Argibay tenía una manera muy particular de enseñar, me quedo grabado para siempre, si me equivocaba con un puntero me golpeaba los dedos, no sé si fue por eso, pero en ese entonces no podía aprender a leer música. Estudie muy poquito, no más de dos años. Venían del conservatorio a tomarnos examen y como tenía buen oído aprendía la partitura de memoria, es decir tocaba sin leerla. Cuando deje de ir a las clases, escuchaba muchos temas y los sacaba, pero no los podía escribir.
¿Cuándo cantaste por primera vez?
Nunca voy a olvidar  la sensación de placer que sentí la primera vez que cante en público. Fue a los 10 años en Delfín Gallo, el colegio donde hice la escuela primaria, en Devoto. Canté “Gotas de lluvia sobre mi cabeza” con un pilotín y un paraguas, fue la primera vez, pero no la última, porque después de eso, me convocaban para todos los actos escolares. Pasaron los años y de Devoto me mude a Villa Bosch y empecé la secundaria en el Cristo Rey. Un día siendo ya una adolescente nos informaron que iba a haber un concurso de música entre escuelas religiosas y una de las hermanas preguntó si alguien quería presentarse. Yo tenía un tema en mi cabeza, pero no estaba escrito en ningún lado porque no sabía leer música, les hable a mis compañeras y las impulse a que nos presentáramos. Yo tocaba la guitarra y ellas le iban poniendo la letra, el tema se llamó “Señor hoy quiero ser mejor que ayer”, ganamos el concurso y hoy la canción está en el cancionero del colegio.
¿Después?
Después,  proyecto mi vida laboral, me pongo de novia, me caso y tengo tres hijos, la guitarra quedo arrumbada por veinticinco años, durante ese tiempo no volví a cantar ni a tocar la guitarra, ni siquiera en las fiestas familiares. Muchos años más tarde me separo del padre de mis hijos, eso lleva aparejado como es esperable un cambio en mi vida, empiezo a pensar en lo que hubiese querido hacer, en las cosas que no había podido lograr y empiezo un curso de APM duró tres años, me matricule pero casi no pude ejercer porque nuevamente la vida me acerco a la música.  Un amigo de la familia, quiso sorprenderme, les pidió a mis hijos mi vieja guitarra y me la obsequio en una gran caja totalmente restaurada. Es decir mis padres me la regalaron y marcaron el comienzo de mi vocación y este hombre me volvió a dar la segunda oportunidad, así lo siento.
Hasta ese momento no sabía música, me ofrecía en algunos geriátricos y Centro de Jubilados y cantaba con pistas, hacia una actividad física y recreativa con personas mayores, era una actividad cognitiva y los abuelos cantaban y se divertían conmigo, ellos me enseñaban y me decían que tenía linda voz pero yo nunca me había escuchado hasta que un día lo hice y me guste. Quería estudiar pero me costaba tomar la decisión hasta que un día después de seis meses me decidí y me anote en el estudio de Hugo Araujo, después hice seminarios con otros  profesores pero de vez en cuando vuelvo a su estudio, siempre lo vuelvo a elegir como profesor
¿Ya estudiaste música?
Si ahora puedo leer y escribir canciones, estudie en la escuela José Pedro Esnaola de Saavedra a. A partir de ahí y con el apoyo de Hugo Araujo pude empezar a presentarme en diferentes certámenes. En el 2015 me presente en Tres de Febrero, para el Pre Baradero, no me interesaba ganar, solo quería hacer desaparecer una taquicardia y una respiración agitada que sentía cada vez que debía subir a un escenario, necesitaba modificar eso, para poder estar relajada y que la voz fluya normalmente, para que se escuche bien y a la vez pueda disfrutar lo que estoy haciendo. La primera selección fue en el Paramount de Caseros, éramos muchos aspirantes, necesitaba foguearme, experimentar que se siente. Cuando subí al escenario apareció la infaltable taquicardia, me sobrepuse y cante Alfonsina y el mar y gané, fui como semifinalista a Chivilcoy y salí segunda, en el 2016 me vuelvo a presentar, gano en Tres de Febrero y vuelvo a salir segunda en Chivilcoy y este año me vuelve a pasar lo mismo. Digamos que si hay algo que me quita el sueño es ganar Chivilcoy y llegar a Baradero.
¿Cuál es el género en que te sentís más cómoda?
Especialmente el folklore pero no quiero quedarme estancada ahí, empecé a experimentar otras cosas. Este año me puse a escribir una obra de teatro para chicos, un musical. Ricardo Tejerina es el Secretario de Cultura del municipio a él se la llevé y le gusto. Pudimos estrenarla en vacaciones de invierno en Centro Cultural de Ciudadela, con todas las funciones a sala llena. En la obra interactúan tres personajes, yo soy quien canta. Después de las vacaciones la  presentamos en escuelas de casi toda la capital, se llama La Casita de la Abuela y está pensada para los chicos  y también para los grandes.
¿Todos tus trabajos actuales están relacionados con el canto?
Sí, estoy trabando en el Centro de Día Peumayen, allí me cedieron un espacio y estoy dando clases de canto, estar con los abuelos y ver como disfrutan me llena de alegría, la  música es el mejor remedio, sobre todo para la gente mayor.
¿Cuáles son tus proyectos?
Continuar estudiando y perfeccionándome, en este momento me gusta más cantar que dar clases porque cantar no es solo emitir la voz, cantar es sentir un sinfín de sensaciones. Cantar, en este momento de mi vida me genera felicidad, pero en un futuro no sé, quizás me dedique a enseñar.
¿Y tu mayor aspiración?
Seguir creciendo con mi canto, porque la música maneja mi vida o mejor dicho la manejo yo con la música, porque soy la dueña de mis decisiones.


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